El 8 de octubre se celebra el Día Europeo de la Dislexia. Una jornada dedicada a defender los derechos de las personas con dislexia. Un trastorno invisible que está presente en el 10 % de la población mundial. Es uno de los trastornos de aprendizaje más comunes que afecta a los niños en edad escolar.
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de origen neurológico que se caracteriza por la existencia de una serie de dificultades que interfieren en el aprendizaje de la lectura sin que existan causas físicas, cognitivas, emocionales o ambientales.
El contenido curricular del sistema educativo actual está basado en el aprendizaje, a través de la lectura, la escritura y la memorización. Los niños con dislexia presentan dificultades en estos procesos por lo que se generan condiciones de desigualdad en el acceso al proceso de enseñanza- aprendizaje de la lectoescritura incidiendo en el rendimiento académico de los niños y adolescentes en edad escolar y en el desempeño laboral de los adultos, ya que es un trastorno que estará presente a lo largo de la vida.
Aunque es un trastorno permanente, con una detección precoz basada en los predictores de lectura y una metodología de enseñanza apropiada centrada en intervenciones tempranas se puede superar en gran medida.
Es un día para visibilizar la atención a estos niños y niñas y potenciar las medidas y prácticas más eficaces que velen por su calidad de vida a largo plazo.